Los Yanomami (Yanomamo) son un grupo de indígenas en América del Sur que habitan los bosques remotos de la cuenca del río Orinoco en el sur de Venezuela y las selvas tropicales de la cuenca del Amazonas en el norte de Brasil. Se estima que una población de 35,000 personas Yanomami viven dentro del rango. Están compuestos por cuatro tribus indígenas distintas, incluyendo Ninam, Yanomam, Sanema y Yanomamo, y cada una ocupa una región diferente y habla un idioma diferente.
Historia
El primer relato de la existencia del pueblo yanomami se remonta a 1759 cuando una expedición española visitó a los ye'kuana que habitaban las orillas del río Padamo, y el jefe les habló de la guerra entre su pueblo y los nativos Yanomami. El contacto sostenido con el mundo exterior comenzó en los 1950, cuando los misioneros católicos llegaron a la región con la esperanza de convertir a los nativos al cristianismo. Debido al temor de ser expulsados de sus tierras, los yanomamis se mostraron hostiles con los misioneros y los echaron. Se ha ejercido presión sobre los gobiernos brasileño y venezolano para que preserven la naturaleza nativa del pueblo Yonamami al garantizar interacciones mínimas con la civilización.
Cultura
Los Yonamami están agrupados en cientos de pequeños pueblos políticamente autónomos conocidos como Shabonos, que están formados por familias agrupadas. Cada pueblo está construido en una estructura en forma de disco, con una plaza central al aire libre. Los pueblos contienen 50 a individuos 400 esparcidos delgados por toda la selva amazónica. La comunidad practica matrimonios polígamos cruzados, con la esposa mayor teniendo autoridad dominante sobre las otras esposas.
Los Yanomami dependen de la selva tropical para su supervivencia, ya que utilizan prácticas agrícolas de tala y quema para cultivar plátanos, recolectar frutos silvestres y cazar animales y peces. Practican el cultivo en turnos cuando el suelo se agota y se mueven constantemente para evitar las áreas que se usan en exceso. Las mujeres se dedican a la agricultura, mientras que los hombres van a cazar.
Las tradiciones de los nativos Yanomami están formadas por la creencia de que los mundos natural y espiritual están unificados. Creen que su destino y el de todos los seres humanos está vinculado al destino del medio ambiente, de ahí la necesidad de preservar el medio ambiente natural ya que su destrucción equivale al suicidio. Los rituales son una parte importante de la cultura Yanomami, y normalmente se reúnen para celebrar una buena cosecha. También practican el endocanibalismo, que consiste en incinerar los huesos de parientes fallecidos y consumir las cenizas en sopa de plátano.
Amenazas
Como la tribu más aislada del mundo, libre de la civilización humana, los Yanomami corren un alto riesgo de perder su tierra, su cultura y su forma de vida debido a amenazas importantes como la destrucción de enfermedades y hábitats. Las principales enfermedades que representan una amenaza para la población incluyen la malaria, la viruela y la tuberculosis, que se cree que son introducidas por extranjeros que invaden la región. La habitación natural de los Yanomami enfrenta la destrucción de las minas de oro descubiertas que han llevado a la deforestación de las selvas tropicales. Las constantes guerras entre las tribus Yanomamo en Venezuela y Brasil resultan en masacres que aniquilan a la gran mayoría de la población yanomami.