Las Peores Tormentas De Todos Los Tiempos: La Ventisca De 1888

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La gran ventisca de 1888, también conocida como el gran huracán blanco, fue una tormenta feroz que azotó la costa este de los Estados Unidos y las provincias atlánticas de Canadá. La tormenta inesperada aterrizó 10 a 58 pulgadas de nieve que paralizaron el transporte y distrajeron la comunicación, dejando a millones de personas aisladas. La nieve fue acompañada por vientos de más de 45 mph. Para cuando la tormenta amainó, más personas de 400 estaban muertas.

¿Qué causó la gran ventisca de 1888?

Aunque la tormenta comenzó en marzo 12 y terminó en marzo 14, sus efectos se sintieron semanas después. Un invierno frío presidió la tormenta con temperaturas en todo el este de los Estados Unidos y Canadá cayendo a un punto bajo cero. La tormenta comenzó como una fuerte lluvia en la ciudad de Nueva York en la tarde de marzo 11 pero no fue hasta la medianoche cuando las temperaturas cayeron significativamente y la lluvia se convirtió en nieve. La ciudad se despertó con la vista de las calles cubiertas por enormes ventisqueros que convertían las carreteras y carreteras en intransitables. Otras ciudades en la costa este incluyendo Washington DC y Filadelfia experimentaron condiciones similares. Las líneas del telégrafo se cortaron, deteniendo la comunicación en toda la región.

Una combinación de varios factores hizo que la ventisca de 1888 fuera catastrófica. Las temperaturas en marzo fueron extremadamente bajas, cayendo en picada por debajo del punto de congelación en la ciudad de Nueva York. Las velocidades del viento de hasta 50 millas por hora empeoraron la situación. En Manhattan, 21 pulgadas de nieve se acumularon en enormes derivas mientras que en Nueva York 58 pulgadas de calles y calles cubiertas de nieve. La gente en toda la región de Nueva Inglaterra no podía salir de sus casas y los que lo hicieron acabaron muertos en la nieve o sufrieron graves congelaciones.

Impactos de la ventisca

Además de las muertes reportadas, la comunicación y el transporte a través de la costa este se vieron interrumpidos. Los trenes elevados de Nueva York quedaron inutilizables a medida que las líneas de ferrocarril se llenaban de nieve. Las personas no se presentaron a trabajar, los mercados y los locales comerciales permanecen cerrados, los servicios de emergencia fueron ineficaces y las principales ciudades se paralizaron. El temor a la hambruna y el aislamiento se ciernen sobre las masas cuando la familia agota el suministro de alimentos básicos como leche y pan. Había pánico de que la tormenta ocasionara una escasez de alimentos en todo el país. Los informes publicados por la Armada notaron que las naves 90 se hundieron en los mares mientras que varias más quedaron gravemente dañadas.

La importancia de la gran ventisca

La tormenta se ha mantenido como una referencia a cómo puede hacerse el clima mortal. Millones de personas se vieron afectadas de maneras que nunca podrían olvidar. Las condiciones climáticas severas en el futuro cercano se compararon con la ventisca ya que las personas narraban historias de supervivencia a sus hijos y nietos. Se instó a la comunidad científica a mejorar la predicción de dicho clima para evitar que sucedan sucesos similares en el futuro.