¿Qué Es La "Extinción" Y Cómo Se Lleva A Cabo?

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La ciencia de la extinción

Hemos conquistado el espacio, aterrizado en la luna, marcó el comienzo de la Revolución Verde, hemos erradicado muchas poderosas enfermedades infecciosas y hemos desarrollado nuevas opciones de tratamiento como la terapia con células madre, así como la decodificación de genomas humanos completos. Sin embargo, a pesar de nuestros rápidos avances en todos los campos principales de las ciencias naturales, nuestro planeta se aproxima prospectivamente a su sexto evento de extinción masiva, ya que miles de especies florales y faunísticas están a punto de desaparecer para siempre. En esta situación peligrosa, el concepto de "extinción" parece introducir un nuevo rayo de esperanza. La extinción se refiere a cualquier proceso por el cual un organismo extinto se revive o revive, o se recrea una especie que se asemeja mucho a una especie extinta.

Métodos de extinción

La extinción es una ciencia muy nueva, y actualmente tiene muy poco éxito experimental para ser considerada como un método científico establecido. Sin embargo, hay suficiente conocimiento teórico que hace que la extinción suene bastante posible. Se han propuesto dos métodos principales para resucitar animales extintos. A saber, estos son clonación y reproducción selectiva. El primero exige la posesión del ADN de la especie extinta para poder llevarse a cabo. El ADN es una estructura extremadamente estable y se puede extraer de cualquier resto físico de una criatura extinta, incluidos los dientes, los huesos y el cabello. El ADN se inyecta en un óvulo desnucleado de una especie moderna, que a su vez se introduce en el útero de una madre sustituta donde el óvulo se desarrolla en una descendencia que es genéticamente idéntica a la especie extinta. El segundo proceso, el de la reproducción selectiva, es un método que implica una inversión del proceso evolutivo. Aquí, el ADN de una especie extinta se secuencia de forma extensiva, y los descendientes modernos de las especies que poseen ADN con el mayor porcentaje de coincidencias con el ADN del ancestro extinto se les permite criar selectivamente. Cuando dos animales con secuencias de ADN muy parecidas al ADN del animal extinto se aparean entre sí, la descendencia resultante es genéticamente más similar a las especies extintas que a las modernas. Con cada generación que pasa de reproducción selectiva, la cercanía aumenta y se crea una especie similar, si no exactamente idéntica a, el animal extinto.

Experimentos actuales y posibilidades futuras

En la actualidad, se está haciendo un gran esfuerzo para que funcione la extinción. Sin embargo, las cosas siempre son más fáciles de decir que de hacer, y aunque teóricamente el proceso suena completamente plausible, en escenarios prácticos hay impedimentos masivos que superar. A partir de 2013, un equipo de científicos rusos y coreanos se había propuesto realizar la gigantesca tarea de revivir el mamut lanudo. Usando el ADN extraído de un cadáver de mamut congelado, esperan introducirlo para clonar a la criatura, con el elefante asiático moderno sirviendo como la madre sustituta en tal esfuerzo. 2013 también fue testigo de cierto éxito en el campo de la extinción cuando los científicos de Australia lograron clonar una rana extinta, Rheobatrachus silus, a pesar de que los embriones producidos por clonación murieron después de una cierta etapa de desarrollo. Otro logro inicial importante se realizó cuando los científicos lograron clonar la extinta cabra montés pirenaica. Este animal, estrechamente relacionado con las cabras de montaña salvajes existentes, se había extinguido en 2000, pero las muestras de piel de los últimos animales supervivientes de esta especie se conservaron en nitrógeno líquido. El ADN de estas muestras se utilizó para el proceso de clonación, utilizando cabras domésticas como madres sustitutas. Un niño genéticamente idéntico a la especie perdida nació, pero sucumbió rápidamente a la muerte poco después de su nacimiento debido a un defecto cardíaco.

Deberíamos o no deberíamos

A pesar de que los científicos han obtenido algunos resultados dispersos (aunque incompletos) en el campo de la extinción, hay mucho que debe ser explorado y hecho antes de que se logren cosas más significativas. Existe la posibilidad de que especies como las palomas mensajeras, dodos, mamuts lanudos, quaggas y aurochs, y cualquier otra especie extinta con muestras de ADN bien conservadas disponibles, puedan ser vistas una vez más vagando libremente en nuestro futuro planeta. Sin embargo, la oposición a la extinción es extremadamente fuerte. Muchos científicos, conservacionistas y hombres y mujeres comunes en la calle condenan la práctica de la extinción. Algunos sienten que hacerlo de alguna manera es inmoral, como aquellos que lo ven como "jugar a ser Dios". Otros creen que los intentos de revivir antiguas especies extintas son una completa pérdida de tiempo, recursos y fondos, y que estos serían más gastado significativamente en la conservación de las especies vivas actuales en la Tierra. Una sección de científicos también cree que, incluso si la extinción es exitosa, los recién nacidos, aunque genéticamente idénticos a las criaturas extintas, serán nutridos por sus padres modernos, haciéndolos diferentes en comportamiento a sus predecesores. Además, la introducción de especies extintas en una biosfera ya desestabilizada de los ecosistemas modernos podría amenazar la supervivencia de las frágiles especies modernas y recrear a los "recién llegados" por igual. Como la extinción se basa en un método de prueba y error a largo plazo, nadie puede predecir el resultado y las implicaciones a largo plazo del resultado. Además, si el hombre iba a alcanzar realmente el éxito en la extinción, debe hacerse rápidamente ya que, bajo los actuales cambios climáticos y adversidades que enfrenta el mundo, es posible que el hombre mismo se extinga antes de traer un número de especies extintas devueltas a la vida.