El jet lag es una afección corporal a corto plazo que provoca insomnio y cansancio, entre otros síntomas debido al transporte aéreo a través de diferentes zonas horarias. El trastorno es el resultado del cambio en la regularidad diaria debido al viaje de larga distancia. Por ejemplo, si una persona viaja de Londres a Nueva York, se sentiría como si hubieran transcurrido cinco horas más que la hora local.
Una persona puede experimentar un desfase horario durante muchos días antes de ajustarse por completo a la nueva zona horaria. Muchos pilotos de líneas aéreas, viajeros frecuentes y tripulaciones de vuelo son víctimas del desfase horario, y las reglamentaciones de las aerolíneas sobre desfase horario están ahí para ayudar a combatir la fatiga del piloto que resulta del desfase horario. Además, una guía sugerida para la recuperación de esta condición establece que un período de 24 horas es suficiente para la recuperación de cada zona horaria que cruza el viajero. Por lo tanto, si una persona pasa tres zonas horarias, entonces será necesario un período de recuperación de tres días antes de que el viajero se ajuste a la hora.
Causar
La causa principal del desfase horario es la incapacidad del cuerpo de una persona para ajustarse al tiempo en otra zona tan pronto como aterrice allí. El reloj corporal normalmente estaría fuera de sincronización cuando una persona viaja a través de varias zonas horarias. Principalmente, el cuerpo experimentaría la luz del día y la oscuridad a la que no se había acostumbrado, haciendo que su patrón natural se alterara. La razón detrás del malestar es que los ritmos que generalmente dictan el tiempo para dormir, las comidas, las variaciones en la temperatura corporal, la regulación de las hormonas y otras funciones corporales perderían la correspondencia con el entorno. Por lo tanto, el cuerpo llega a un punto en el que no puede hacer frente al entorno inmediato.
El cuerpo de un individuo y la dirección de viaje determinan la velocidad a la que ese cuerpo se ajustaría al nuevo horario. Algunas personas experimentarían pequeñas interrupciones debido al cambio en las zonas horarias, mientras que otras necesitarían varios días para recuperarse del desfase horario. Es importante señalar que el cruce de la línea de fecha internacional no es un factor que contribuye al desfase horario por sí mismo, ya que la medición del desfase horario se basa en el número de zonas horarias que atraviesa un viajero. El tiempo máximo posible es de más o menos doce horas, y en los casos en que la diferencia de tiempo entre dos zonas sea superior a doce horas, la diferencia se debe restar de 24.
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La mejor forma de controlar el desfase horario es la exposición y evitación cuidadosa y controlada a la luz brillante de los ojos. La luz estimula el reajuste de una persona al programa de sueño-vigilia. Es un requisito esencial que elimina la hormona melatonina, que se produce en la oscuridad y la luz tenue. Por lo tanto, la exposición cronometrada a la luz es el método más efectivo para igualar el ritmo circadiano de los viajeros con la progresión anticipada en su última parada. Otra forma de controlar el jet lag es la medicación del sueño de acción breve, que mejora la calidad del sueño. Además, la programación de comidas y el ejercicio pueden ser enfoques prácticos para manejar el jet lag.