Tanto los monos como los monos pertenecen a la familia de los primates, lo que significa que comparten características comunes con otros primates, como los ojos orientados hacia adelante, las extremidades (brazos y piernas) altamente flexibles y los dedos diestros. Los humanos son primates. Los simios y los monos comparten similitudes confusas incluyen sus rasgos faciales y una presencia de pelo corto y denso que cubre todo el cuerpo, a excepción de la cara.
Sin embargo, existen diferencias significativas que distinguen al mono del mono cuando se evalúan características físicas más intrincadas y sus capacidades mentales percibidas.
Presencia o ausencia de una cola
La diferencia física más distinguible entre el mono y el mono es la presencia de una cola. Mientras que la mayoría de las especies de monos tienen colas largas y flexibles sobre ellas, la familia de los simios no tiene cola visible.
Estructura y movimientos esqueléticos
Otras diferencias físicas son reconocibles por su cuerpo y estructuras esqueléticas. El mono tiene una estructura corporal más grande que la mayoría de las especies de monos y asume una postura más erguida, aunque tiende a utilizar sus nudillos para soportar su peso mientras se mueve en el suelo. La estructura del mono, por otro lado, se forma en una posición cuadrúpeda típica, similar a otros animales de cuatro patas como gatos y perros, y se mueven a cuatro patas del mismo modo. Los miembros superiores del mono son más largos que los inferiores, con hombros que son visiblemente fuertes y flexibles. Los brazos del simio se enderezan completamente en el codo, y sus muñecas y antebrazos pueden lograr una amplia gama de movimientos.
Los monos, por otro lado, tienen hombros estrechos más pequeños. A diferencia de sus homólogos simios, los brazos del mono no se pueden enderezar por completo en el codo, y tienen un movimiento limitado de los antebrazos de la muñeca. Estas variaciones del cuerpo y del esqueleto determinan sus sistemas locomotores y la forma en que se mueven de forma diferente, especialmente en los árboles donde viven principalmente. Mientras que los simios pueden balancearse de rama en rama, apoyados por la fuerza de su parte superior del cuerpo y facilitados por sus hombros flexibles, extremidades anteriores y muñecas diestras, los monos no pueden balancearse de esta manera. En cambio, los monos tienden a correr a lo largo de las ramas de las ramas al saltar, en lugar de balancearse. El mono usa todas sus patas para colgarse de las ramas, ayudado por su cola, que también ayuda con el equilibrio.
Tamaño del cerebro y duración de la vida
Los estudios científicos han comprado otros numerosos hechos que diferencian al mono del mono. Por ejemplo, el tamaño del cerebro de un simio es mayor que el del mono. Los simios también viven el doble que los monos, alcanzando hasta 60 años de edad.
Capacidades intelectuales
En cuanto a las capacidades intelectuales, los simios se perciben como superiores a los monos, que exhiben habilidades cognitivas superiores y un sistema social-conductual más complejo. Un claro ejemplo de esta diferencia cognitiva se observa en la capacidad de los simios de fabricar y usar herramientas para romper nueces, cazar y jugar. Tal potencial no se ha visto en monos. Como cuestión de hecho, las teorías científicas que apoyan la evolución colocan al mono mucho más arriba en la escala evolutiva que el mono, debido a la comparación más cercana del simio a la especie humana.