La historia de la espuma de poliestireno
Styrofoam, un plástico liviano que resiste la humedad, fue inventado por Dow Chemical Company en 1941. Uno de los primeros usos de la espuma de poliestireno fue en un bote salvavidas utilizado por la Guardia Costera de los Estados Unidos en 1942. La espuma de poliestireno se puede incluir en el aislamiento de tuberías y edificios y se puede usar para empacar materiales. Incluso se puede usar para estabilizar carreteras si son vulnerables a la congelación y descongelación. Podría decirse que la imagen más conocida de la espuma de poliestireno es la taza desechable blanca, que se ve en muchos lugares de trabajo, escuelas y enfriadores de agua públicos. En la parte inferior de estas tazas, generalmente verá el número 6, que es el símbolo de los artículos a base de poliestireno (no reciclable en la mayoría de los países). Actualmente, 2.5 millones de estas tazas se usan por año en los EE. UU.
¿Es reciclable la espuma de poliestireno?
Para probar cuánto tiempo demoraría en descomponerse este material, los científicos usan una prueba llamada prueba de respirometría. Estas pruebas reflejan los rayos ultravioleta altamente concentrados (los mismos rayos que produce nuestro sol) en diferentes artículos, logrando el resultado que el sol y la atmósfera producirían después de días, meses o incluso cientos de años. A través de estas pruebas, los científicos han llegado a la conclusión de que el material "no reciclable" como la espuma de poliestireno finalmente se descompondrá después de cientos, si no miles de años, de los rayos UV. Algunos expertos afirman que estas pruebas no reflejan el entorno natural y estiman que la espuma de poliestireno puede tomar más de 500 años para descomponerse.
Si existen opciones de reciclaje, son extremadamente limitadas, ya que la espuma de poliestireno solo se puede redirigir a sí misma o a un material muy similar. Muchos expertos ambientales están de acuerdo en que la humanidad debería dejar de usar poliestireno y otros plásticos por completo. Debido al hecho de que no hay instalaciones o no es un producto reciclable aceptado, la mayor parte de la espuma de poliestireno termina en los vertederos. En consecuencia, la espuma de poliestireno y productos similares usan 30% del espacio del vertedero en los Estados Unidos. Estos vertederos prolongan el período de descomposición debido a la falta de oxígeno, luz y flujo de agua. Incluso cuando la espuma de poliestireno se descompone en pedazos más pequeños, estas piezas son tan livianas que pueden ser transportadas por el viento hacia las vías fluviales, lo que contamina las posibles fuentes de alimentos tanto para los animales como para los humanos.
Efectos ambientales
Debido a los efectos negativos que tiene la espuma de poliestireno en el medioambiente, ha habido formas innovadoras en las que la sociedad ha tratado de reciclar este material. Una compañía en Tennessee desecha el poliestireno poniéndolo en una máquina llamada densificador. Esta máquina cambia la composición química del material y lo descompone. La compañía invita a todos los negocios locales a que tiren un pedazo de espuma de poliestireno o de plástico no reciclable y les muestra cómo pueden desviarlo de un vertedero dañino. Un interesante estudio de la Universidad de Stanford concluyó que las lombrices podrían sobrevivir con una dieta de plástico de espuma de poliestireno. Este estudio podría haber creado una de las formas más innovadoras para deshacerse de un material, ya que aún no podemos reciclar espuma de poliestireno a gran escala.
Aunque los científicos han realizado pruebas para ver cuánto tiempo demoraría la descomposición de la espuma de poliestireno, una cosa está clara: la descomposición, si es factible, lleva mucho, mucho tiempo.